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Madre divorciada de dos niños pequeños, Rachel vive en Ohio y cuenta con un sólido sistema de apoyo local. Trabaja como supervisora de nuevas cuentas en un banco y anteriormente sirvió en el ejército estadounidense. En 2015 dio a luz a un niño sano.
Conocí a una madre de alquiler a los trece años. Recuerdo que pensé: "¡Qué regalo tan desinteresado!". Como madre de dos niños, no podía imaginar mi vida sin ellos, y supe que quería ayudar a una pareja esperanzada a experimentar las alegrías que conlleva ser padre.
Busqué en muchas agencias cuando investigaba cómo ser madre de alquiler. CFC destacó entre las demás. Todas mis interacciones con la agencia fueron agradables, porque el personal realmente se preocupa por sus padres y madres sustitutas. Aprecié su apoyo, comodidad, conocimiento y gran comunicación durante todo el proceso.
Mi relación con mis Padres Futuros se ha convertido en algo que nunca imaginé. Ha sido un viaje tan especial y personal el que hemos vivido. Los padres y su bebé son muy especiales para mí. Nuestra relación pudo florecer porque nuestro coordinador de viaje se encargó de todos los aspectos "comerciales", lo que nos permitió a los padres y a mí conectar a nivel personal.
Ver el fruto de mi trabajo (¡literalmente!) y ser testigo de cómo los rostros de mis futuros padres se iluminaban de alegría y cómo brotaban sus lágrimas de felicidad... De eso se trataba este viaje. Ese fue el momento que había estado esperando durante diez meses y ¡fue tan gratificante! Creo que volveré a ser madre de alquiler con CFC a su debido tiempo, ¡porque esta experiencia ha sido mejor de lo que jamás podría haber imaginado!
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